El Azzam, propiedad de Mubarak al Saad, presidente de la Unión de Emiratos Árabes, es el yate más grande del mundo. Con sus 180 metros de longitud, fue puesto en el agua por primera vez en Bremem, Alemania, en abril de 2013.

Habían pasado cuatro años desde que se empezó el proyecto de construcción de esta joya, que une tecnología avanzada, diseño puro y perfección en los detalles en una de las obras náuticas más sofisticadas de los últimos tiempos. El resultado es espectacular. Verlo iluminado es como observar una gran joya radiante en movimiento.

Este mega yate lo diseñó Nauta Designs para el arquitecto náutico y fabricante Lürssen. El buque tiene su forma de punta de flecha y cuenta con potentes motores, dos turbinas a gas y dos motores diésel, que le hacen avanzar por el agua con la velocidad y belleza de un tiburón, ya que puede llegar hasta los 30 nudos. Además, sus extraordinarias dimensiones le dotan de una maravillosa majestuosidad.

La belleza está presente en cada detalle, desde el impresionante exterior brillante como una gema hasta el interior donde se respira tranquilidad y lujo. El diseño elegante, cuidado y lujoso, obra de Christofe Leone, está puesto al servicio del confort más exclusivo. Los acabados son excepcionales. Los espacios amplios del interior proporcionan salones donde estar solo o en buena compañía y disfrutar de una agradable velada sentado en uno de sus amplios sofás. Por otro lado, algunas de las estancias albergan piscinas de ensueño, donde disfrutar de la intimidad, así como de espacios impresionantes dignos de los mejores y más exclusivos hoteles.

Las vistas de sus innumerables ojos de buey van cambiando, como los colores del cielo y el mar en altamar. El Azzam se desplaza rápido y majestuoso por los mares. Hoy, un nuevo puerto; mañana, otro continente avistándose en la lejanía.